Libro
de Mensajes
Mensajes
manifestados por la Santísima Virgen María.
Los Mensajes del
presente libro, son el fruto de lo que habitualmente llamamos una
revelación privada, que en este caso ha tenido lugar en la ciudad de
San Nicolás de los Arroyos, de la Provincia de Buenos Aires, en la
República Argentina.
AÑO
1984
1-1-84
8
"Es
pesada tu cruz, mas, también así será la recompensa. Los misterios
que encierran las palabras del Todopoderoso son cuantiosos. El, a su
debido tiempo los irá revelando. Tú... los debes poner alerta,
obediente hija; es tu misión aún a costa de sacrificios; no
desmayéis...". Gloria al Señor. Leed: Ez. 11, 17; 19-20; 33,
6-9
11,17
Por eso dí: Así habla el Señor: Yo los reuniré de entre los
pueblos, los congregaré de entre los países donde han sido
dispersados y les daré la tierra de Israel.
11,19
Yo les daré otro corazón y pondré dentro de ellos un espíritu
nuevo: arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un
corazón de carne,
11,20
a fin de que sigan mis preceptos y observen mis leyes, poniéndolas
en práctica. Así ellos serán mi Pueblo y Yo seré su Dios.
Cap.
33, Vers. 6-9
33,6
Pero si el centinela ve venir la espada y no toca la trompeta, de
manera que el pueblo no es advertido, y cuando llega la espada mata a
alguno de ellos, éste perecerá por su culpa, pero al centinela le
pediré cuenta de su sangre.
33,7
También a ti, hijo de hombre, Yo te he puesto como centinela de la
casa de Israel: cuando oigas una palabra de mi boca, tú les
advertirás de mi parte.
33,8
Cuando Yo diga al malvado: "Vas a morir", si tú no hablas
para advertir al malvado que abandone su mala conducta, el malvado
morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre.
33,9
Si tú, en cambio, adviertes al malvado para que se convierta de su
mala conducta, y él no se convierte, el morirá por su culpa, pero
tú habrás salvado tu vida.
1-1-84
9
La
Virgen destaca la importancia del fervor en la oración para recibir
las gracias del Señor Jesucristo. Igualmente había destacado la
importancia de rezar juntos el Santo Rosario. Leed: 2 Tim. 2, 8-13
EL
SUFRIMIENTO A EJEMPLO DE CRISTO
8
Acuérdate de Jesucristo, que resucitó de entre los muertos y es
descendiente de David. Esta es la Buena Noticia que yo predico,
9
por la cual sufro y estoy encadenado como un malhechor. Pero la
Palabra de Dios no está encadenada.
10
Por eso soporto estas pruebas por amor a los elegidos, a fin de que
ellos también alcancen la salvación que está en Cristo Jesús y
participen de la gloria eterna.
11
Esta doctrina es digna de fe: si hemos muerto con El, viviremos con
El.
12
Si somos constantes, reinaremos con El. Si renegamos de El, El
también renegará de nosotros.
13
Si somos infieles, El es fiel, porque no puede renegar de sí mismo.
2-1-84
10
"Mi
tristeza es la vuestra; toda Madre se pone mal viendo a sus hijos
sufrir. Mi Corazón, que ves cubierto de espinas, los hombres lo
dejaron así; de su Redención depende que esas espinas se conviertan
en perfumadas rosas. Gloria al Altísimo". Leed: Efesios C. 2,
V. 1-10
1
Ustedes estaban muertos a causa de las faltas y pecados
2
que cometían, cuando vivían conforme al criterio de este mundo,
según el príncipe que domina en el espacio, el mismo espíritu que
sigue actuando en aquellos que se rebelan.
3
Todos nosotros también nos comportábamos así en otro tiempo,
viviendo conforme a nuestros deseos carnales y satisfaciendo nuestra
concupiscencia y nuestras malas inclinaciones, de manera que por
nuestra condición estábamos condenados a la ira, igual que los
demás.
4
Pero Dios, que es rico en misericordia, por el Gran Amor con que nos
amó,
5
precisamente cuando estábamos muertos a causa de nuestros pecados,
nos hizo revivir con Cristo -¡ustedes han sido salvados
gratuitamente!-
6
y con Cristo Jesús nos resucitó y nos hizo reinar con El en el
Cielo.
7
Así, Dios ha querido demostrar a los tiempos futuros la inmensa
riqueza de Su Gracia por el amor que nos tiene en Cristo Jesús.
8
Porque ustedes han sido salvados por su Gracia, mediante la fe. Esto
no proviene de ustedes, sino que es un don de Dios;
9
y no es el resultado de las obras, para que nadie se gloríe.
10
Nosotros somos creación suya: Fuímos creados en Cristo Jesús, a
fin de realizar aquellas buenas obras, que Dios preparó de antemano
para que las practicáramos.
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