Todos los días 25 de cada mes en San Nicolás, se convocó a un grupo voluntario de
Misioneros de diversos lugares del país, felizmente, por iniciativa de los
propios laicos presentes en las reuniones, fueron grabadas las charlas que se
dieron. Hoy contamos con esta catequesis que nos disponemos a ofrecer aquí a modo
de entregas semanales para todos, peregrinos en general y misioneros en
particular.
SAN NICOLÁS, SANTUARIO DE MARÍA
II Macabeos 14,
35
El Santuario
constituye uno de los lugares donde María desde su imagen Sagrada, convoca a
todos sus hijos. Es el momento de volver a la fe que nuestro pueblo sostiene
valerosamente aforrándose a los signos tradicionales. A pesar de la
desnutrición de los contenidos de su creencia religiosa, causada por el
bombardeo inclemente de ideologías extrañas como también por el descuido
incomprensible del alimento para su fe que deberíamos suministrarle como
Iglesia. María reúne al Pueblo y lo conduce a alimentar su fe en las fuentes de la Palabra y los
Sacramentos. Existe armonía palpable, entre lo que ocurre en este lugar bendito
y la Tradición de la Iglesia, suficiente para disipar del corazón desconfianzas
e incertidumbres. Sigámonos sumando al clima característico de piedad que
define a San Nicolás, no temamos somos hijos que peregrinan junto a la Madre.
Hemos definido al Santuario de la Virgen como acontecimiento de gracia que
produce y alimenta la fe, aquí se inicia un verdadero lanzamiento misionero.
Porque el cree comunica lo que cree, de lo contrario su fe no alcanza para
salvarlo. Es escuela de oración y es lugar del encuentro con Dios; de la
confianza recuperada, del profundo sosiego y de la sabia simplicidad de los
pobres de corazón.
El Señor ha
fijado una meta ha puesto sus ojos en un determinado lugar; esta tierra es la
elegida por Él, aquí nacerán nuevos sarmientos para Su Viña, no desaparecerá
jamás la presencia de la Madre de Cristo en este lugar. Desde aquí todos los
pueblos me conocerán y se engrandece con este Santuario la Obra de Dios, en
este bendito suelo argentino bajo la protección de María del Rosario de San
Nicolás desde el Templo para el Pueblo de Dios mi corazón grita desde
Argentina: “Despertad y prestad oídos a mi voz; os traigo la Verdad (1555), os
conduciré y os ayudaré a crecer en el Amor al Señor, solo os pido, dejaos
guiar. (743)”
El Santuario significa
para nosotros espacio de Gracia, lugar de paz, que Dios a través de la Virgen
ha querido elegir para congregar aquí a sus hijos y darles lo que Él entrega en
su casa a quien viene con fe y con un corazón abierto. La Virgen hace aquí,
este pedido tan habitual de María cuando se manifiesta: un Templo. Porque con
él se encarga de perpetuar su presencia maternal. Un texto de libro de Tobías
dice, “…para que su Templo sea reconstruido con alegría…Brillara una luz
resplandeciente hasta los confines de la Tierra. Pueblos numerosos legaran a ti
desde lejos, y los habitantes de todos los extremos de la Tierra vendrán hacia
tu santo nombre…Todas las generaciones manifestaran en Ti su alegría y el
nombre de la ciudad elegida permanecerá para siempre…” (Tob. 13, 11-15) Esta
Palabra de Dios María la aplica aquí, porque el Santuario es la casa de Dios,
de María y también es nuestra casa. La
misión de Ella es construir el Templo, y lo construirá con nosotros y nos da el
horizonte que tenemos que seguir para caminar. San Nicolás es hoy el testimonio
de que Dios esta con el Pueblo y lo hace de manos de María. San Nicolás es hoy
el corazón de Fe de nuestro país y también de países hermanos. En el horizonte
ensombrecido en que vivimos la Virgen María desde San Nicolás, como lo hace
desde otros lugares y hoy con un acento cada vez más resonante desde aquí, es
el faro de esperanza para este mundo. Una vez más nos dice Jesús que donde
abunda el pecado con sus fatídicas consecuencias sobreabunda la acción de la
Gracia. Y siempre con la acción maternal de María.
Mensaje 1768: Gladys, hoy
reina la soberbia, el engaño, la confusión; son estas las armas de Satanás. Liberados
quedaran los hijos que se alejen de tales males. Mi Corazón Maternal lleva al Alma:
A la humildad, a la verdad, a la luz del Espíritu. Nada detendrá mi Obra; nada impedirá que
crezca la fe, en los hijos de María. Orad en este Santuario. Amén, amén. Hazlo
conocer.
Mensaje 808: Hijos míos:
Estáis demostrando una gran caridad al traerme aquí en este día, lugar en el
que un día moraré para siempre. En la Santa Misa de hoy, estere sintiendo el
latido de cada corazón, recogeré cada suplica, mitigare el dolor de mis hijos. Aquellas
necesidades se hacen una sola voz y esa voz llega fuertemente al Señor. Cada veinticinco
me uno más a vosotros; nada derribara esa fortaleza que es la oración. Mi corazón
esta gozoso viendo este Santuario hecho con vuestro amor. Aleluya.
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