Esclavos los unos de los otros: P. Aderico Dolzani, ssp. 28/03/2013 La última cena se desarrolló según el ritual de la Pascua judía. Todo estaba ya definido como debía desarrollarse, y los apóstoles conocían bien el rito. Es más, ellos habían preparado el lugar y lo necesario: el vino, el cáliz para Elías, los panes ácimos, el cordero, las hierbas amargas y la sala con los almohadones. Pero Jesús se salió del rito varias veces. Y esto quedó grabado en ellos para siempre. El lavado de los pies no fue un simple acto de humildad al inicio de la cena, sino durante ésta. No fue un lavado ritual sino un signo para significar algo nuevo. El Señor se quitó el manto, se dejó sólo la túnica y se ciñó una toalla. En aquel entonces, era costumbre pedir el vestido y el servicio humillante a los esclavos extranjeros, algo que no se podía pretender de un esclavo israelita. Así es como se logran entender las protestas de Pedro y se comprenden las palabras del Señor: “Si yo, que soy el Señor y ...
Cada uno tiene el camino trazado por Él Señor y en ese camino está el contenido que ha puesto el Señor. Estos son los designios de Dios, que nadie puede quebrantar, porque nada puede contra Él. Aquel que huele el perfume de mis rosas, Conmigo camina. Gloria al Señor.