II
1 - ANUNCIO Y CUMPLIMIENTO DEL TRIUNFO:
Las enseñanzas, que encontramos, en el hecho mariano de San Nicolás, ciertamente permiten respirar esperanza. No es que se trate de una ilusión de victoria, lo que María ofrece a sus hijos, sino la más absoluta certeza de que el encuentro con Dios se produce y el triunfo es seguro. En Fátima dijo la Ssma. Virgen: "Finalmente mi Corazón Inmaculado triunfará"
María, profetiza ya desde el canto del "Magníficat", que la llamarán Bienaventurada todas las generaciones. Como Madre de todos los tiempos, especialmente atenta a los momentos más graves de la humanidad, nos muestra las fuerzas de Su Amor de Madre. Se pone al servicio de su Hijo, como Arca de la Alianza Nueva y Eterna, para que en su Corazón Sagrado, nos encontremos definitivamente con El, diciendo nuestro "Sí" al pacto de amor, que Dios quiere hacer con nosotros.
María, llama a los hombres a la fe, a los pecadores a la conversión, a los indefensos, pobres y desamparados al Refugio de su Corazón Maternal; en ese Corazón, se hace constantemente presente la Gloria Pascual de Jesús. María nos invita a actualizar el triunfo de Jesús en nuestra vida, socavada por nuestros errores morales y el alejamiento de la Verdad Revelada, renovadamente ofrecida a nosotros, por las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia.
2 - CAMINO DE ESPERANZA:
María nos invita a ser dóciles, a vivir en continua oración, a convertirnos y aún mucho más, a santificarnos; para esto nos regala el camino de la Consagración a Su Corazón.
Allí aprendemos a abastecernos de Dios y solamente de Dios. Seremos rescatados del pecado, con un "sí" de perfectos hijos. Haremos posible la civilización del amor y, seremos capaces de realizar la Nueva Evangelización, guiados por María, su Estrella, y podremos decir junto a S.S. Juan Pablo II : "Vivimos el tiempo de María" y sabemos que el suyo, es el tiempo del triunfo de Su Corazón.
La Esperanza, se manifiesta con mayor claridad en tiempos difíciles; también se hace más necesaria en estos momentos, porque pone en claro la meta a la que aspiramos, que es nuestra definitiva Patria del Cielo y nos indica el camino para conseguirla.
María nos enseña este sendero con su Luz que brilla en medio de la oscuridad. Esa Luz es su poderosa acción evangelizadora que nos muestra el triunfo de su Hijo en la Cruz, para que también nosotros caminemos sin miedos, ni desalientos ni claudicaciones. Debemos tener la seguridad y confianza interior, de quien como Ella, no desconoce la gravedad del momento, ni tampoco las consecuencias de la infidelidad a Dios, pero siguiendo el imperioso llamado de María, se dispone a aceptar plenamente la Alianza con Dios.
Entonces el Consagrado, en el Corazón de su Madre, se encontrará con la Esperanza, que le ofrece María y se sentirá seguro, protegido y defendido cuando lo persiga el adversario, que lo atacará, pero no lo tocará.
3 - LLAMADO UNIVERSAL:
La Esperanza que nos comunica María, es un ofrecimiento a la humanidad en su conjunto y a cada uno de sus hijos en particular. Ella como Arca de la Salvación, en su Corazón de Madre, puede albergar a todos los hombres y la invitación llena de amor la hace a todos. Pero puede ocurrir que a pesar de los esfuerzos evangelizadores, muchos no quieran entrar en esa Arca; sin embargo, para quienes ingresen, María será garantía segura de salvación y el camino más corto hacia la santidad. Por eso nos invita a consagrarle nuestras vidas.
En efecto, Ella tiene suficiente poder como para arrasar con toda forma de maldad; aunque las fuerzas de las tinieblas, atenten contra sus hijos, tratando de asfixiarlos, en todos los intentos de encausar sus vidas hacia el destino eterno, nada podrá contra el hijo Consagrado al Corazón de su Madre.
Este es el triunfo de María: Lograr que sus hijos se salven, cuando son invadidos y seducidos por todas partes, hacer posible para ellos la santidad en grado heroico. El espíritu del mundo, pone en ridículo lo sagrado, atentando contra los valores trascendentes y ofreciendo en cambio al hombre, la única posibilidad de saciedad en el poder, el materialismo y la sensualidad. El Consagrado padecerá realmente la experiencia de la tentación; si Jesús fue tentado en el desierto, el adversario también utilizará la tentación para desorientar la vida del creyente y de ser posible someterlo a la esclavitud del pecado. El triunfo de María, consistirá entonces en la segura esperanza, del encuentro de los hijos con el Hijo, en su Sagrado Corazón. Ella se convierte en segura protección, de quienes se le entregaron incondicionalmente.
III UNA NOCIÓN SOBRE LA ALIANZA BÍBLICA:
A través de las páginas de la Biblia toda la historia de la humanidad y del pueblo judío en particular, se desarrolla en el marco de una gran historia de alianza entre Dios y los hombres.
El Señor crea al hombre y quiere vivir en amistad con él y por puro amor, le ofrece desde el paraíso una Alianza de amistad. Por el pecado original, este primer pacto fue rechazado por el hombre y Dios promete restaurarlo definitivamente en Jesucristo. Por ello, fue preparando a su Pueblo a través de sucesivas alianzas y fue orientando su marcha por el desierto, liberándolo de muchos males y asistiéndolo en sus necesidades. Toda la historia del Pueblo de Dios, cuenta con importantes experiencias de infidelidad a la Alianza y también con oportunos gestos salvadores de Dios, que siendo eternamente fiel, quiere como un Padre bondadoso, reencontrarse con su Pueblo cada vez que éste se alejó del sendero.
Hoy, en el tiempo de la Iglesia, el Nuevo Pueblo de Dios, también olvida con alguna frecuencia, la exigencia de fidelidad a la Nueva Alianza. Por ello, también frecuentemente, Dios interviene oportunamente en favor suyo, para actualizar la Gracia salvadora.
En el tiempo del Nuevo Testamento, María ocupa un papel protagónico como Arca de la Alianza Nueva, que busca restaurar la amistad del hombre con Dios y llevarlo a la Santidad. Como Madre es esa su misión: "Dar la vida a sus hijos en su Corazón haciéndose lugar de encuentro con Dios
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