REFLEXIONES PARA EL ALMA: DE JOSE LUIS PRIETO
Historias
de vida, pensamientos para enfrentar problemas, fortalecer el alma y
el espíritu, un dulce maná de reflexiones para hacer de la realidad
un sueño.
Nos
acostumbramos:
Nos
acostumbramos a vivir en nuestra casa y a no tener otra vista que no
sean las ventanas de los edificios que nos rodean. Y como estamos
acostumbrados a no ver más que ventanas y edificios, nos
acostumbramos a no mirar hacia afuera.
Como
no miramos hacia afuera, nos acostumbramos a no abrir del todo las
cortinas. Al no abrir completamente las cortinas nos acostumbramos a
encender la luz antes. Nos acostumbramos tanto, que olvidamos el sol,
olvidamos el aire, olvidamos el paisaje.
Nos
acostumbramos a despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde. A
tomar rápido el desayuno porque llegamos tarde. A comer un sándwich
porque no tenemos tiempo para comer a gusto. A salir del trabajo
cuando ya anocheció. A cenar rápido y dormir con el estómago
pesado sin haber vivido el día, porque tenemos que ir a trabajar
temprano.
Nos
acostumbramos a esperar un “no puedo" en el teléfono. A
sonreír sin recibir una sonrisa de vuelta. A ser ignorados cuando
necesitamos ser vistos. Si el trabajo resulta duro, nos consolamos
pensando en el fin de semana. Y cuando llega el fin de semana, nos
aburrimos y deseamos que llegue el lunes para ir a trabajar.
Nos
acostumbramos tanto a este estilo de vida, que parece que estamos
ahorrando vida por miedo a gastarla, y al final, nos olvidamos de
vivir.
“Acuérdate
de tu Creador ahora que eres joven. Acuérdate de tu creador antes
que vengan los días malos. Llegará el día en que digas: “No da
gusto vivir tantos años” Eclesiastés 12:1
"La
muerte está tan segura de su victoria que nos da toda una vida de
ventaja"
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