REFLEXIONES PARA EL ALMA: DE JOSE LUIS PRIETO
Historias
de vida, pensamientos para enfrentar problemas, fortalecer el alma y
el espíritu, un dulce maná de reflexiones para hacer de la realidad
un sueño.
Luz
para el camino:
Había
una vez, hace cientos de años en una ciudad de Oriente, un hombre
que caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite
encendida.
La
ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella.
En
determinado momento, se encontró con un amigo. El amigo lo reconoció
y le preguntó: ¿Bruno qué haces con una lámpara en la mano, si tu
eres ciego?
El
ciego le respondió: Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo
conozco las calles de memoria. Llevo la luz encendida para que otros
encuentren su camino cuando me vean...
No
sólo es importante la luz que me guía a mí, sino también la que
yo uso para que otros puedan también servirse de ella.
Podemos
alumbrar nuestro propio camino y también ayudar con nuestra luz a
que otros encuentren el suyo.
Alumbrar
el camino de los otros no es tarea fácil. Muchas veces en lugar de
ser luz y alumbrar a los demás, les aportamos nuestras propias
sombras y les oscurecemos y dificultamos mucho más el camino.
Son
las sombras del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el
odio, el resenti-miento...
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