REFLEXIONES
PARA EL ALMA DE JOSE LUIS PRIETO
Historias
de vida, pensamientos para enfrentar problemas, fortalecer el alma y
el espíritu, un dulce maná de reflexiones para hacer de la realidad
un sueño.
UN NUDO
EN LA SÁBANA
En
la reunión de padres de familia de una escuela, la directora
resaltaba el apoyo que los padres deben darle a los hijos.
Ella
entendía que aunque la mayoría de los padres de la comunidad eran
trabajadores, debían encontrar un poco de tiempo para dedicar y
pasar con los niños.
Sin
embargo, la directora se sorprendió cuando uno de los padres se
levantó y explicó, que él no tenía tiempo de hablar con su hijo
durante la semana.
Cuando
salía para trabajar era muy temprano y su hijo todavía estaba
durmiendo y cuando regresaba del trabajo era muy tarde y el niño ya
estaba acostado.
Explicó
además, que tenía que trabajar de esa forma para proveer el
sustento de la familia.
Dijo
también que el no tener tiempo para su hijo lo angustiaba mucho e
intentaba reemplazar esa falta dándole un beso todas las noches
cuando llegaba a su casa y para que su hijo supiera que él le había
ido a ver mientras dormía, hacía un nudo en la punta de la sábana.
Cuando
mi hijo despierta y ve el nudo, sabe que su papá ha estado allí y
lo ha besado. El nudo es el medio de comunicación entre nosotros.
La
directora se emocionó con aquella singular historia y se sorprendió
aún más cuando comprobó que el hijo de aquel hombre era uno de los
mejores alumnos de la escuela.
Este
hecho nos hace reflexionar sobre las muchas formas en que las
personas pueden hacerse presentes y comunicarse con otros.
Aquél
padre encontró su forma, una forma simple pero eficiente. Y lo más
importante es que su hijo percibía a través del nudo, todo el
afecto de su papá.
Algunas
veces nos preocupamos tanto con la forma de decir las cosas que
olvidamos lo principal que es la comunicación a través del
sentimiento.
Simples
detalles como un beso y un nudo en la punta de una sábana,
significaban para aquél hijo, muchísimo más que un montón de
regalos o disculpas vacías.
Es
válido que nos preocupemos por las personas, pero lo más importante
es que ellas sepan y puedan sentir nuestra preocupación y cariño
por ellas.
Para
que exista la comunicación, es necesario que las personas “escuchen”
el lenguaje de nuestro corazón, ya que los sentimientos siempre
hablan más alto que las palabras.
Es
por ese motivo que un beso, revestido del más puro afecto, cura el
dolor de cabeza, el golpe de la rodilla o el miedo a la oscuridad.
Las
personas tal vez no entiendan el significado de muchas palabras, pero
saben distinguir un gesto de afecto y amor, aunque ese gesto sea
solamente un nudo en la sábana. Un nudo cargado de afecto, ternura y
amor.
“Vive
de tal manera que cuando tus hijos piensen en justicia, cariño, amor
e integridad, piensen en ti”
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