Todos
los días 25 de cada mes en San Nicolás,
se convocó a un grupo voluntario de Misioneros de diversos lugares del país,
felizmente, por iniciativa de los propios laicos presentes en las reuniones,
fueron grabadas las charlas que se dieron. Hoy contamos con esta catequesis que
nos disponemos a ofrecer aquí a modo de entregas semanales para todos,
peregrinos en general y misioneros en particular.
María,
SAGRARIO EUCARISTICO:
a) LA PALABRA DE
DIOS nos dice: Este es el plan que desciende del cielo, para aquel que coma
no muera. Yo soy el pan vivo bajada del cielo. El que coma de este pan vivirá
eternamente, y el pan que yo dar es mi carne para la vida del mundo. (Jn. 6,
50-51).
b) COMENTARIO:
La misma fe que reconoce a Jesús en el Sacramento del Amor debe descubrirlo,
contemplarlo y servirlo en lo mas necesitados, especialmente en los mas pobres,
a quienes llama “mis hermanos pequeños”, donde Jesús prolonga su pasión. Al
escuchar su Palabra y al reconocerlo en la fracción del Pan, como discípulos de
Emau, sentirnos que nuestro corazón arde de amor apasionado y compasivo. Esta
presencia especial de Jesús en la Eucaristía es un permanente encuentro con El.
Saber que allí esta nuestro Redentor, no puede dejarnos indiferentes. Esta para
encontrarse con nosotros, ofrecernos un abrazo de amistad que calme nuestras angustias
y alivie nuestros cansancios; escuchar aquello que con nadie podemos conversar;
para decirnos lo que mas necesitamos oír, alimentarnos en el camino y derramar
su Espíritu de Vida en nuestros corazones.
c) JESUS nos dice:
en San Nicolás: Mi cuerpo hecho Eucaristía
se introduce en los corazones abiertos, alimentándolos, saciándolos. Conoced mi
Palabra, leed las Sagradas Escritura, tened conocimiento de Dios (143).
d) MARIA DEL
ROSARIO DE SAN NICOLAS nos dice: Cristo fue enviado al mundo para dar Vida a
los que lo aman (1681).Adorad el Cuerpo y la Sangre de Mi Hijo, en el Santísimo
Sacramento del Altar… Maravilloso misterio de Amor, ofrecido diariamente, en la
Santa Eucaristía (1511). Nada esta totalmente perdido, si el alma busca A Dios
(1561). Si el corazón es humilde, Dios permanece en el (1565) Os quiero como
niños (1769), alimentados con el alimento de Vida (1965). La Madre ofrece a sus
hijos, el aliento necesario para que la oscuridad no los ahogue (1757).
e) Para que
reflexionemos: Quienes tenemos amor a María, hemos podido saber y entender
por Ella, que Cristo es el centro de nuestra devoción; y que en todo momento se
nos esta manifestando a cada uno de nosotros. La Eucaristía, es la más sublime
presencia del Señor, la más fuerte, pero no es exclusiva ni excluyente. Hay
además otra multipresencia en nuestras realidades cotidianas. Descubrimos que
ese Dios que reconocemos y adoramos en la Eucaristía, también esta presenta de
muchas otras formas interpelándolos constantemente hablándolos al oído y al
corazón. Porque tiene algo único y personal que comunicarnos, diciéndonos que
nosotros mismos debemos ser presencia viva de Jesús para los demás. De tal
manera siente el Apóstol Pablo la necesidad de esa identificación con el señor
que dice: “Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mi…”, y haciéndose solidario
y co responsable en El proclama: “Prolongo en mi vida, lo que aun falta a su
Pasión, por el bien de su Cuerpo, que es la Iglesia…” Somos hijos, en el
Hijo. Y si vivimos intensamente en
Jesús, bajo el impulso del Espíritu Santo que vive en El, cuando decimos Dios,
estamos diciendo Padre. Para vivir plena e intensamente la unión eucarística,
debemos buscar con fervor la Palabra y sumergirnos en Ella, porque es Jesús
mismo, que nos habla y nutre. Imitemos a María que por estar plena de la
Palabra, solo Ella podía vestirla con su carne y por eso el Angel, la saluda
“llena de gracia”. El Verbo es el antecedente Eucarístico, porque es la
voluntad de Dios dando existencia a todo, ya que por El “fueron hechas por
todas las cosas”. Debemos aspirar a vivir la Palabra eucarísticamente,
dejándonos interpelar por Ella a cada momento. La Eucaristía es el fruto del
Amor, del Verbo que se encarna y del” si” de María, primer y perfecto Sagrario
Viviente. Es el gran camino del peregrinante, la que nos sostiene, anima,
impulsa, fortalece y nos da garantía de la eternidad. La Virgen Santísima, en
San Nicolás, quiere gestionarnos misioneros responsables, convertidos en
Palabra viva para hacerla conocer a los hermanos. Pidamos estar atentos y
descubrir al Señor que pasa por Juntos a nosotros, en le que sufre, en el dolor
y en la alegría, en las incertidumbres, en las preguntas y en las respuestas
que no siempre encontramos, diciéndonos: “Te necesito para que te acoples a mi empresa
redentora, que es una empresa de Amor, y por eso es una empresa de dolor…”,
para responderle amorosamente, que aceptamos el “yugo suave y ligero” le
pedimos ayudemos a llevar. El amor de
Cristo, a que ya no nos interese ni siquiera a nuestro gozo, sino que el Señor
sea glorificado y los demás sean salvados. Porque en el ocaso de la vida,
seremos juzgados por Dios que es Amor, (1 Jn 4, 8,) y debe-remos darle cuenta
de cuanto y como le dejamos habitar en nosotros para darle cuenta de cuanto y como le dejamos habitar en nosotros
para darlo a los hermanos (de la meditación dad por el Pbro. A. Pérez, Rector
del Santuario de María del Rosario de San Nicolás).
Comentarios
Publicar un comentario