Todos
los días 25 de cada mes en San Nicolás,
se convoco a un grupo voluntario de Misioneros de diversos lugares del país,
felizmente, por iniciativa de los propios laicos presentes en las reuniones,
fueron grabadas las charlas que se dieron. Hoy contamos con esta catequesis que
nos disponemos a ofrecer aquí a modo de entregas semanales para todos,
peregrinos en general y misioneros en particular.
EN
EL ALMA DISPONIBLE DEL HOMBRE SE HALLARA LA GRACIA DE DIOS
Dios es el Padre, nos invita a
reencontrarnos con Él y vivir la experiencia profunda, continua y creciente de
de ser recibidos en su Corazón. Nos pregunta si lo queremos seguir para gozar
de su casa. Cuando hablamos de vida cristiana solemos quedarnos en lo que es su
exigencia, sin advertir la grandeza de la meta a la que somos llamados.
Nos
escandalizamos por la Cruz
que nos lleva por senderos angostos llenos de espinas y piedras que parece que
no nos conducen a ninguna parte; sin embargo en la oscuridad de la fe nos
encamina hacia la meta suprema: el Padre. Ese ser conducido exige de nosotros,
como lo hizo con María, ACTITUD DE DISPONIBILIDAD. Que significa estar prontos
y dispuestos a aceptar y poner por la obra lo que Dios va manifestando como
expresión de su voluntad en nuestra vida. Supone actitud de pobreza interior,
docilidad, negación y despreocupación de nuestros intereses particulares, para
ocuparnos en las cosas de Dios. Estar como la Virgen en actitud de contemplación activa. Es decir, contemplando lo que Dios nos
muestra y haciendo su voluntad, que no siempre coincide con la nuestra. Nada
escapa al plan de Dios que es exigente, porque nos quiere similares a Él para
hacernos objetos de sus complacencias como a su Hijo. Entonces, aunque no lo
entendamos desde la Fe
oscura y desnuda, nuestra adhesión debe ser total y absoluta. Lo que supone que
también nosotros, como Jesús tomemos la
Cruz y lo sigamos dispuestos a hacer todo lo necesario para
la salvación de la Humanidad
porque sabemos que en ese Plan, Dios conduce a cada uno con ternura personal de
Padre. La disponibilidad es actitud fundamental de servicio que tenemos
necesidad de cultivar desde la
Oración , dialogo con que Dios nos acerca y descubre la
relación de intimidad entre Él y nosotros. Por eso la disponibilidad supone ser
contemplativos de Dios en lo cotidiano para ver por donde nos muestra lo que
quiere y como María y José aceptamos en seguida ese plan y lo llevamos
adelante. El contemplativo se habitúa a ver a Dios en todos los acontecimientos
que los circundan y a descubrir el secreto mensaje que encierran. Somos
llamados a hacernos disponibles para ser enviados a los demás y proclamar, como
Jesús, el anuncio de la
Salvación. Servir desde la Palabra , exponiéndola de muchas y diversas
maneras: obras de misericordia, predicaciones, catequesis, atención de los
enfermos, etc. Como “misioneros” de
Jesús y de la Virgen ,
el Evangelio nos exige y urge disponibilidad sin limites referida al prójimo,
para responder desde múltiples roles, a sus continuos requerimientos,
demandándonos un estar siempre prontos para dar lo mas y lo mejor que podamos.
El “disponible” es un contemplativo de Dios y testigo de su fe en el servicio a
sus hermanos, Mártir dispuesto a morir no solamente a morir, no solamente
muriendo sino en ese lento martirio que es ir dando la vida día por día. Uno, que comprende que cuando Dios llama a su
servicio quiere purificarnos de las cosas terrenas para que dejando a un
costado todo lo que molesta nos quedemos solo con Él. Así se deja desarraigar,
como árbol que transplantar y aprende a vivir como Dios quiere. Se niega a si
mismo para asumir las naturales exigencias de este seguimiento. Se deja despojar
de lo que tiene, de lo que mas quiere quedándose de alguna manera desnudo como
Cristo en la Cruz. Dios
es el “Disponible” excelencia en el instante que lo llamamos nos escucha porque
en su Corazón no hay nadie que sea del montón y toda voz humana es la de un
hijo al que quiere atender.
Mensaje 80
Daos
con devoción al Señor, buscad en vuestros corazones y vereís que solo hay un camino,
el unico, su Camino. Orad al Espiritu Santo que os escucha y penetrara en
vosotros permitiendo que prospereis en el Amor a Dios. Amén. Amén.
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