Todos
los días 25 de cada mes en San Nicolás,
se convoco a un grupo voluntario de Misioneros de diversos lugares del país,
felizmente, por iniciativa de los propios laicos presentes en las reuniones,
fueron grabadas las charlas que se dieron. Hoy contamos con esta catequesis que
nos disponemos a ofrecer aquí a modo de entregas semanales para todos,
peregrinos en general y misioneros en particular.
EL
ESPIRITU SANTO LLENA EL CORAZÓN DE LOS FIELES
En la Jornada de Pentecostés se produjo en los
Apóstoles una verdadera transformación interior y conversión de vida: del
egoísmo al amor, del pecado a la gracia, de la debilidad a la fortaleza, de la
angustia a la paz, del temor a la audacia. Después de esta acción
transformadora del Espíritu en ellos, salen a predicar. Saben que esa
predicación les va a costar hasta dar la vida por el Evangelio y Jesús,
muriendo por Él. El Espíritu quiere llevarnos hasta las últimas consecuencias.
Es frecuente que en la vida apostólica, queriendo hacer lo mejor posible
choquemos con incomprensiones, ataques, difamaciones, calumnias; que haya
oscuridad, aridez en la oración, sensación de fracaso o de que el Señor ya no
esta. Es parte de la incertidumbre que permite padezcamos para que orando
perseverantemente nos aferremos solo a Él e iluminados y fortalecidos por su
gracia no dudemos en caminar el sendero que nos va marcando. Él mismo no fue
entendido entre los suyos, su Pueblo beneficiario de toda su acción mesiánica,
lo mató. Sus mismos discípulos y apóstoles lo desconocieron, Él se quedo en la
verdadera noche oscura, padeció una espantosa sensación de soledad aun la del
abandono del Padre que da lugar a que pasemos por la oscuridad de la duda para
que busquemos la luz del Espíritu y en esos momentos precisamente el demonio va
tentándonos para que reneguemos de Jesús. Eso significa ser probados, ser
llevados por el camino estrecho del Evangelio que no es fácil ni cómodo. El
Espíritu Santo nos va a mostrar que la
Obra de Dios exige respuestas de nuestra parte: ORACION,
TESTIMONIO, DISPONIBILIDAD, INMOLACION Y ANUNCIO DEL EVANGELIO. Es lo que hicieron los apóstoles, ser
testigos de un Dios crucificado y en ese testimonio inmolan su vida, terminan
siendo mártires.
El
Señor permite faltas y dificultades, pero sigue enviándonos, somos anunciadores
y proclamadores de la
Palabra.
El
Espíritu engendra en nuestra vida la capacidad de amar, de relacionarnos
produce en cada uno de nosotros distintas cualidades y carismas para la edificación
del Cuerpo de Cristo que es la
Iglesia. Es el gran hacedor de la unidad que es santidad
porque muestra la ausencia de egoísmos es el Amor que en la Iglesia une a los
creyentes con Cristo y entre si. En la Espiritualidad y
misión que María engendra en San Nicolás se destacan fundamentalmente: el
llamado de la Oración ,
a la Conversión
y a Evangelizar en la Palabra
haciéndola fuego de nuestra vida y que el pedido de Consagración Inmaculado no
quede en un hecho personal cerrado, sino que se proyecte en acción misionera al
Universo.
San
Nicolás es un lugar de manifestación divina y de Gracia especial que el Señor
quiere que se expanda por todas partes, por eso la Iglesia ha conducido el
acontecimiento con la sabiduría del Espíritu.
Mensaje 32
“Hoy
debe ser un día consagrado a la oración, no lo dejes pasar sin hacerlo. Días
duros te esperan mas con la ayuda del Señor vencerás. Camina con la cabeza
erguida porque vas con la verdad que solo el Señor la da. Todo el ejército del
Reino te acompaña en este día. Amén.” “Esta escrito en el Libro de la Vida : hay más dolor que
alegría: pero felices sois Vosotros porque hacéis lo que el Señor os manda y
feliz estoy Yo con vosotros.” “Orad para que vuestro sacrificio sea del agrado del
Señor. No es el fin sino el principio. El Espíritu Santo ilumina todo.”
Mensaje 57
Suplica
al Señor: Señor, Tu eres mi fortaleza y mi razón de ser, escucha mi voz y mi
plegaria, tiende tu mano que yo me aferro para poder vivir. Yo me refugio en Ti, Señor. Mi corazón
esta contigo. Amén.quí a modo de entregas semanales para todos,
peregrinos en general y misioneros en particular.
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