Todos
los días 25 de cada mes en San Nicolás,
se convoco a un grupo voluntario de Misioneros de diversos lugares del país,
felizmente, por iniciativa de los propios laicos presentes en las reuniones,
fueron grabadas las charlas que se dieron. Hoy contamos con esta catequesis que
nos disponemos a ofrecer aquí a modo de entregas semanales para todos,
peregrinos en general y misioneros en particular.
“Maria,
escucha y proclama la Palabra ”
La misión del evangelizador es predicar, anunciar la Palabra , proclamar a
Jesucristo que es la Palabra
del Padre. La Palabra
revelada, es un cuasi Sacramento, de alguna manera tiene la eficacia del
Sacramento del Bautismo, de la Reconciliación y de la Eucaristía. Jesús
da, juntamente con la Luz
de la Palabra ,
la fuerza para que la podamos cumplir. Y sobre todo si la hacemos fecunda con
el hábito de la Oración
que, nos permite profundizar en el silencio, en la contemplación, en la paz del
corazón, la infinita grandeza y riqueza de esa palabra. En la Oración es donde vamos
gestando nuestra receptividad de Cristo; que Él se haga uno con nosotros, o
nosotros uno con Él. Es un don de Dios que dispone el corazón para que el Señor
produzca en nosotros esa transformación. Jesús llama a creer en la Palabra de Dios, a la fe
en su persona como Mesías. Ese llamado incluye vivir de acuerdo a la coherencia
de nuestro corazón con el Cristo con quien hemos creído. Jesús viene a
proclamar el Evangelio para que en el hombre se produzca la fe y por ella la
necesidad de conversión que le hace crecer en un ámbito de santidad. Nos pide
que contemplando a Maria la imitemos en la actitud de escucha, de contemplación
para que el Señor pueda hacerse carne en nosotros. Entonces con ese Cristo
viviendo en nosotros, Él mismo se encargara por obra de su Espíritu de
proyectar su misterio desde nosotros a los demás. La Virgen escucha la Palabra , la contempla, la
deja entrar, asimila y le dice “sí” a Dios. Y el verbo se hace carne, pero antes
lo encarno en su corazón, en su vida, en su seño y después sale a anunciar el
Misterio de la
Encarnación. Jesús nos envía a predicar el Evangelio, es una
misión, un mandato un envío. Los que estamos profundamente insertos en este
acontecimiento de la
Santísima Virgen , tenemos aquí un caudal misionero
extraordinario. Primeramente en la contemplación de la persona de Maria y luego
en la riqueza de lo que Ella nos ofece aca. Cuando nosotros le decimos
"si" a Dios, vamos encarnando su Palabra, de algun modo somos el
reflejo del Señor y tenemos que serlo, los demas tienen que ver en nosotros
algo de Dios sobre todo en las actitudes del corazón. La Evangelización
exige un caminar sin treguas, con la seguridad del Espiritu que nos acompaña.
Mensaje
1270
"Digo a mis hijos: Sembrad bondad y recogereis la Paz de Cristo. Sembrad la fe
en Cristo y cosechareis la
Esperanza de Cristo. Sembrad la Palabra de Dios y gozareis
del Amor de Dios. Gloria por siempre a Él."
Mensaje 1273
"Esto dice vuestra Madre: En esta Novena orad,
para que la Palabra
de Dios sea conocida universalmente. La Tierra toda debe quedar impregnada de su Palabra
y cada Cristiano debe vivirde acuerdo a esa Palabra. Todos sois partes del
Cuerpo Mistico que es la
Iglesia y del cual Cristo es la Cabeza. En la tierra, el
Vicario de mi Hijo es el responsable de que ese Cuerpo siga en pie; por eso
seguid junto a vuestro Papa, siguiendo su enseñanza, que es en definitiva la
enseñanza de Cristo. Hagase la voluntad de mi Hijo, amén, amén. Sea esto
conocido, por todos tus hermanos."
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