Durante 10 años, todos los
días 25 de cada mes en San Nicolás, se
convoco a un grupo voluntario de Misioneros de diversos lugares del país,
felizmente, por iniciativa de los propios laicos presentes en las reuniones,
fueron grabadas las charlas que se dieron. Hoy contamos con esta catequesis que
nos disponemos a ofrecer aquí a modo de entregas semanales para todos,
peregrinos en general y misioneros en particular.
“Maria,
Esposa del Espíritu Santo” Jn. 15, 26-27 / Jn. 16, 1-15
El Espíritu Santo que
produjo la primera Encarnación del Hijo de Dios en el seno de Maria, la sigue
produciendo en el seno de la
Iglesia especialmente en los momentos más difíciles. No se
ata a estructuras humanas y se expresa como quiere, por eso tenemos que estar
siempre humildes y profundamente abiertos a su acción, a lo que va sugiriendo
el corazón para que realmente seamos testigos de la Esperanza , y del triunfo
del Señor. En un momento donde parecía que lo de Dios esta llamado a ser destruido,
mas que nunca, desde abajo, Dios esta fortaleciendo la gracia de su triunfo.
Tenemos que descubrir con el corazón, de que modo esta hablando, no solo para
nosotros sino para los demás. Nos hace instrumentos suyos, nos lleva de acá
para allá nos pone obstáculos, dificultades, pruebas, alegrías, luz, lo que
sea, para que seamos útiles a los demás allí donde estemos en actividad
misionera. El Espíritu Santo, vive hablándonos. El hábito de la Oración , nos hace capaces
de captar su acción y su voz. Dejemos los ojos y oídos del corazón abiertos
para que no se nos escape nada de lo que nos quiera decir. Es tiempo de un
verdadero combate, en el que Dios esta triunfando, y Maria es la gran
protagonista de este triunfo. Esa es nuestra tarea como misioneros: descubrir
la acción del Espíritu Santo que a través de la Virgen nos va conduciendo,
y ponernos a su total servicio para esta Obra misionera. Vivamos la alegría de
lo que estamos haciendo. Sepamos que las tribulaciones que vamos a padecer son
parte impostergable e inevitable en el Plan de Dios. La reseña de la santidad
es la Cruz ;
desde que el Señor nos va haciendo misioneros fecundos de su Obra.
Mensaje 705: “No aparto
mis ojos de mis queridos hijos. Benditos, los que confían en la Madre de Jesús, Porque su
confianza verán Recompensada. Amén. Amén.”
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