La belleza de la fe: P. Víctor M.
Fernández, (14 /11/2010)
Algunos judíos, sobre todo los sacerdotes,
estaban apegados al templo, a su belleza y a sus adornos. Y por estar en el
templo, creían que estaban cerca de Dios, cuando en realidad sus corazones
quizás estaban muy lejos de él, no lo amaban, no lo adoraban sinceramente.
Jesús anuncia que el templo sería destruido, que no quedaría piedra sobre
piedra. El mayor orgullo de los habitantes de Jerusalén no iba a ser eterno,
sino que su fin estaba cercano. Y a esos que contemplaban admirados el templo,
les dice que finalmente todo se termina. No interesa saber cuándo. Lo
importante es vivir con esa conciencia, para no aferrarse a nada. Luego Jesús
anuncia a sus discípulos que a ellos los espera un desafío particular: la
incomprensión, los rechazos, las burlas, los desprecios sociales. Identificarse
con Cristo implica también aceptar esa incomprensión. Porque la fe es creer en
algo que no responde a la mentalidad del mundo, y por eso a veces el mundo
reacciona tratando de eliminar o acallar la voz de los creyentes; a veces
persiguiéndolos de las maneras más sutiles, a veces ridiculizando sus
convicciones. Pero Jesús invita a los creyentes a descubrir que esas
situaciones de oposición son ocasiones, son verdaderas oportunidades para
anunciar la belleza de su fe, para exponer a otros lo que verdaderamente creen.
Esa confesión de la propia fe en los momentos particularmente difíciles es ante
todo obra de Dios; él sólo necesita un discípulo dispuesto y valiente. En estas
persecuciones, a veces hay que estar preparado para soportar burlas que no
vienen de extraños, sino del propio lugar que uno ama, de la propia familia, de
los amigos que uno lleva en el corazón. En esas ocasiones, hay que tener claro
qué es lo que le da el sentido profundo a la propia vida. Manifestarles lo que
creemos aunque ellos lo rechacen será una manera de amarlos en serio, sin
ocultarles la verdad de nuestro corazón.
El mensaje de la
liturgia: ¡tengan animo!
Jesus advierte a sus seguidores sobre las
dificultades que vendrán. ¡Gran previsión! Nunca fue fácil ser cristiano.
Identificarse con Cristo implica padecer incomprensiones, rechazos, burlas,
desprecios sociales. Ante el testimonio cristiano, el “mundo” muchas veces
reacciona tratando de eliminar o silenciar la voz de los creyentes. Aunque no
faltan las persecuciones cruentas, lo mas común en los países “cristianos” es
el hostigamiento, la confabulación del silencio, la falta de respeto a nuestros
simbolos religiosos, la burla de nuestras convicciones…
Toda situación ha de servir para manifestar
la belleza de nuestra fe y su mandamiento supremo: El amor. Jesus nos alienta:
Tengan animo y levanten la cabeza…
Fuentes:
1 Carlos Mesters, Travesía, Ed.
C. Bíblico Ecuménico
2 la Biblia de nuestro Pueblo;
Luis Alonzo Schökel
3 La liturgia cotidiana; Sept
2012 Ed. San Pablo. Arg.
4 Mateo Bautista, Comentarios
Bíblicos Dominicales, Ciclo B, 1ª Edición, San Pablo 2011
5 Gloria Ladislao, Palabras y
Pasos, Ed. Claretiana
6 La liturgia cotidiana; Diciembre 2010,
ciclo A (Editorial San Pablo)
7 La liturgia cotidiana Diciembre 2011,
ciclo B (Editorial San Pablo)
8
La liturgia cotidiana Enero 2011, ciclo B (Editorial San Pablo)
9 La liturgia cotidiana Enero 2010;
ciclo A (Editorial San Pablo)
10 J. Garrido, Relecturas de las cartas
de San Pablo, Ediciones Paulinas
11 Discurso pronunciado en el concilio
de Éfeso, año 431
12 Comentario de la Biblia católica para
jóvenes.
13 La liturgia cotidiana Enero 2012 Editorial
San Pablo)
14 La liturgia cotidiana Enero 2013 ciclo C (Editorial San Pablo)
15
Encuentro con la Palabra 2013-02-10 ciclo C (Editorial Santa Maria)
16 La liturgia cotidiana 2013-02-10 ciclo C (Editorial San Pablo)
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