MARÍA MISIONERA DE LA PALABRA
Pbro. Carlos A. Pérez
Lc. 8, 5 y 11
El misionero evangelizador es aquel que se dispone a sembrar la semilla de la Palabra y lo hace arriesgando todo tipo de resultados: que la semilla prenda o que se seque y muera. El Señor establece los distintos terrenos a los que ira la semilla. A veces, el pensar que va a caer en tierra poco profunda o llena de espinas o al borde del camino engendra engendra tentación de no sembrar. Esto es natural, pero de ninguna manera aceptable para aquel que tiene la misión de predicar la Palabra, porque el Señor nos envía a sembrar no a cosechar. La cosecha depende de: su gracia que nunca falta y de la libertad y responsabilidad del hombre que escucho la Palabra y la acepto o la rechazo. En momentos en que abunda la siembra de la mala semilla que adultera la verdad y promueve la mentira, se proponen desvalores como ideales importantes, la misión nuestra es sembrar la Palabra de Dios con mas esfuerzo y dolor quizás con menos resultados pero no, con menos exigencia y responsabilidad. Pues aun cuando no sea recibida por el destinatario no caerá en saco roto porque en el Tierra de un modo u otro volverá al Señor quien se encargara que la semilla que fue rechazada por unos prenda en otros. Somos pobres y humildes sembradores de la "Palabra que es Dios". Don que a su vez tenemos que a su vez dar a aquellos que todavía no lo tienen, lo necesitan y están llamados a recibirlo. La Virgen nos llama y congrega, para decirnos que vayamos hasta los últimos rincones del mundo y de cada corazón porque nunca la Tierra esta enteramente sembrada, aun la que parezca que tiene muy buena semilla y cosecha, siempre podemos sembrar un poco mas. María, en San Nicolás nos marca un sendero de espiritualidad para unirnos a Jesús a través de Ella. Nos enseña a realizar como misioneros lo mismo que hizo ella como Madre. Es decir encarnar la Palabra y la Misericordia de Jesús para proclamar un Mensaje de esperanza en esta Nueva Evangelización. La Catequesis que trae la Madre nos lleva a tomar conciencia que Dios con el Bautismo nos eligió con Amor de predilección. Por eso, cuando nos lleva a vivenciar la Encarnación de la Palabra María quiere gastar en cada uno de nosotros "Templos de Dios vivo" 2 Cor. 6, 16 que manifiesten a Jesús y su Misericordia.
Mensaje 29
Vuestra Madre esta implorando para que escuchéis a Dios. Que nadie haga suplicas falsas, porque el Señor conoce vuestro corazón Esto lo digo para meditar.
Mensaje 88
Habéis comenzado a orar, Pueblo de Dios, estáis comenzando a resurgir, como he resurgido yo en presencia ante vosotros. Os comportáis de manera agradable al Señor. Sin saberlo estabais enfermos, os faltaba que la Palabra de Dios llegara de verdad a vuestros corazones. La sabiduría del Señor es la salud del alma, la habéis encontrado, no la abandonéis ya mas. Orad para que así sea. Amén. Amén.
MARIA MODELO DE OBEDIENCIA
Pbro. Carlos A. Pérez
1 Jn. 2, 17
En nosotros esta continuar y prolongar lo de Jesús: "No vine a hacer mi voluntad, sino la del Padre que me envío". Esto es lo que sucede en los Santos que para entregarse a hacer la Voluntad de Dios donan la propia.
Debemos ubicarnos en un sendero de obediencia al Plan de Dios que llama al hombre para que dejando sus proyectos puramente humanos le de cordial asentimiento y se sumerja en Su Corazón con un "sí" total. Jesús niño que estaba obedeciendo al Padre contesta, "¿Porque estaban preocupados, acaso no debo estar yo preocupado de las cosas de mi Padre…?" pero como también estaba sujeto a María y a José, vuelve dócilmente con ellos. Obediencia es la virtud por la cual actuamos rehaciendo el primer proyecto de Dios, cuyas metas están claras en: Los Mandamientos, Preceptos, voz de los Pastores, deber de estado que tenemos, misión apostólica que se nos encomienda, etc. Pero, además de estos caminos ordinarios hay otros fuera de lo común por donde Dios nos habla y a los que debemos atender con discernimiento y especial actitud interior de docilidad, dejándonos enseñar por el Espíritu Santo para poder ver que nos pide en orden a esa Obediencia. Cuando estamos abiertos a los acontecimientos y al prójimo, por quienes Dios nos habla; su palabra se nos manifiesta de mil maneras distintas. Vivir con docilidad calza perfectamente con la devoción a la Virgen y con el "si" que le debemos al Padre en Jesús que, vivió llenándose de paciencia con los apóstoles que pese a ver tanto de Él les costaba aprender; y con las muchedumbres que "como ovejas sin pastor" lo buscaban. Se hace obediente y servidor de todos ellos, dando la mayor prueba de supremo servicio en la Cruz. Así, vive en continuada actitud de Obediencia que en Él esto implica ser dócil al Padre y a los hijos a quienes los envía. Desde nosotros esto tiene proyección en aquellos hacia los cuales como misioneros de Jesús y de la Virgen nos brindamos. Hablaremos y buscaremos crear espacios de Oración; invitaremos a la conversación haciendo sentir que la Caridad es la plenitud del precepto del Señor. Acentuaremos el matiz fuertemente eucarístico que cada vez mas, tiene que animar nuestras comunidades; no solamente en la Misa, sino en la Adoración continua como prolongación del Misterio Pascual. En la propuesta de Conversión, procuremos "Hacerlo todo por amor" no teniéndonos tanto en cuenta a nosotros mismos y si recibiendo dóciles y atentos a quienes nos rodean tal como son porque en definitiva, la Misericordia es la aceptar la realidad del otro, descubriendo en él a Cristo. El Papa se dice: "Siervo de los siervos" porque cuanto más grande es la Misión, mayor es el servicio. Es un ascenso que conlleva un gran descenso para servir eficazmente porque el amor es lo único que da valor, a los ojos de Dios, de todo lo que hacemos.
Mensaje 210
Sentid a Dios en el corazón, mostraos dóciles con Él, escuchadlo, mirad su Camino, recorredlo sin volver atrás porque ya esta el Señor en él. Poned todo el empeño que seais capaz y tened la certeza de haber alcanzado su promesa. De vosotros depende que estéis unidos al Señor. Alabado sea. Predicad.
Mensaje 652
A vuestro lado estoy y no me desvío. Voy encendiendo corazones, para que amen a Jesús el Salvador. Hijos, dejaos dócilmente tocar por esa llama de Amor, que quiere estar en vosotros. Amen. Amen.
http://www.virgen-de-san-nicolas.org/mnu_catequesis.asp
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