La congregación para la doctrina de la fe, publicó unaa nota con indicaciones pastorales para el año de la fe decretado por Benedicto XVI, en la que se resalta la centralidad del Catecismo de la Iglesia Católica y los documentos del Concilio Vaticano II para esta importante celebración. El año de la fe se iniciará el proximo 11 de Octubre y concluirá el 24 de Noviembre de 2013 en la solemnidad de Cristo Rey. El comienzo de este año de la fe, coincide con el recuerdo de los 50 años pasados desde la apertura del Concilio Vaticano II y los 20 años de la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica. En este, contexto, el Catecismo de la Iglesia se presenta como un fruto del Concilio y, por eso, se quiere favorecer su difusión ya que es un compendio de la doctrina y un texto de referencia de los catecismos locales. La principal actividad del Año de la Fe será la 13ª Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, convocada para Octubre de 2012 y dedicada alo tema de la nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana y otro hecho central es la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, en Julio de 2013. Se promoverá la realización de simposios y congresos internacionales para rpomover la fe y el redescubrimiento de las enseñanzas del Concilio. La promoción del conocimiento y estudio del Catecismo será esencial para los fieles. También se esperan diversas iniciativas que permitan acrecentar la devoción a María, en especial peregrinaciones a los principales santuarios del mundo. Al final del año, en una eucaristía, se renovará solemnemente la profesion de fe. Se alientan iniciativas artísticas para promover la fe y dar mayor atención a dar testimonio de Jesús.
¡¡No te metas en mi vida!! ¡¡NO TE METAS EN MI VIDA!! Hoy que estoy profundizando mis estudios teológicos en la Familia; sus valores, sus principios, sus riquezas, sus conflictos, recordaba una ocasión en que escuché a un joven gritarle a su Padre: ¡¡NO TE METAS EN MI VIDA!! Ésta frase caló hondamente en mí, tanto, que frecuentemente la recuerdo y comento en mis conferencias para padres e hijos. ¿Si en vez de sacerdote, hubiese optado por ser padre de familia, qué le respondería a mi hijo, si él me hiciera esa pregunta? Esta podría ser una respuesta: ¡¡Hijo, un momento, no soy yo el que me meto en tu vida, tu te has metido en la mía!! Hace muchos años, gracias al profundo amor que mamá y yo nos tenemos, Dios permitió que llegaras a nuestras vidas y ocuparas todo nuestro tiempo. Antes de que nacieras, mamá se encontraba mal, no podía comer, y además debía guardar reposo, así que yo, tuve que encargarme de las tareas de la casa, además de mi trabajo. Los últim...
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